23/9/15

EVOLUCIÓN LINGÜÍSTICA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA



Antes de la llegada de los romanos, en la península Ibérica habitaban los pueblos prerromanos: íberos, tartesos, celtas, fenicios, griegos...
Las lenguas de estos pueblos desaparecieron con la llegada del latín. Sólo han permanecido algunos restos, lo que se llama sustrato.
La colonización romana tiene lugar a partir del año 218 a. C. e impone el latín en todos los ámbitos, relegando las lenguas prerromanas al uso familiar y finalmente a su desaparición. Sólo la lengua vasca resiste esta romanización. 
En el siglo V los suevos, vándalos, alanos y visigodos invaden Hispania y se establecen en ella, adoptando también el latín e incorporándole sus peculiaridades, provocando una aceleración en el nacimiento de las lenguas romances.
La llegada de los árabes en 711 marcará un periodo de intercambio cultural y de desarrollo de las lenguas románicas.
Los pueblos cristianos ubicados en el norte inician la expansión de su territorio y de su lengua: en diferentes comunidades se originará el gallego-portugués, astur-leonés, castellano, navarro-aragonés y catalán. En la zona árabe se desarrollan los dialectos mozárabes.